Hace 582 años, el 30 de mayo de 1431 , la jovencísima Jeanne d’Arc fue asesinada en la Plaza de viejo mercado de Ruan, Francia. Y digo asesinada porque 25 años después el papa Calixto III revisó el proceso y fue considerada inocente… y en 1929, el papa Benedicto XV la canonizó, convitiéndola así en santa.
La vida de esta extraordinaria doncella-soldado ha cautivado a pintores de todas las épocas y a multitud de cineastas que han querido plasmar en el celuloide esta historia pasional y triste, donde se funde la inquebrantable fe de una muchacha en las visiones que su Dios le envía para salvar su patria, con la amargura de la traición de los poderosos, cuando no consiguen lo que anhelan.
Desde la primera versión, una película de 1899 del primer cine francés mudo, hasta la última, una finlandesa producida en 2009 y dirigida por Lauri Timonen, muchas actrices han dado vida a la Doncella de Orléans. La dualidad de su carácter, místico y guerrero, ha ofrecido mucho juego a la hora de que las actrices pudieran mostrarnos todas las facetas que conformaron la vida de esta mujer.
Mujeres como Geraldine Farrar, Ingrid Bergman (por dos veces), Jean Serberg o Florence Carrez se han metido en la piel de Juana para dar vida a los sueños de la pequeña visionaria francesa que supo arrastar detrás de ella a ejércitos de curtidos combatientes a las órdenes de Dios.
Fotograma de «Santa Juana», de 1957. Dirigida por Otto Preminger y protagonizada por Jean Seberg
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Fotograma de «El proceso de Juana de Arco», de 1962. Dirigida por Robert Bresson y protagonizada por Florence Carrez (alias Florence Delay)
Fotograma de «Jeanne d’Arc», de 2009, dirigida por Lauri Timonen y protagonizada por Nuppu Koivu.
Susurros de la Luna roja 